15 ago 2011

Barcelona-Frankfurt-Calgary

¡Hola de nuevo!

Llevamos ya casi una semana de viaje. Menos mal que aún queda más de la mitad, porque está pasando rapidísimo. 

Como sabéis, estamos en Canadá. Concretamente, en la zona de las Montañas Rocosas. Aunque, en realidad estamos casi a punto de finalizar esta parte del viaje. Porque la visita a las "Rockies" termina mañana.

Hoy decía Tatín, con toda la razón, que, si tuviésemos que resumir cómo ha sido hasta ahora nuestro viaje, podríamos decir algo así:

Bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos, lago, bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos,  lago, bosque de abetos, cascada, bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos, lago, bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos, glaciar, bosque de abetos, lago, bosque de abetos, cascada, bosque de abetos, bosque de abetos, glaciar, bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos, bosque de abetos... 

Y podríamos añadir muchos más "bosque de abetos", pero aun así nos quedaríamos cortos :)


El lunes día 8 nos fuimos en coche del Valle de Arán a Barcelona. El día 8 por la tarde estuvimos haciendo recados por Barcelona. Anuca vino con nosotros y a la mañana siguiente nos acompañó al aeropuerto (¡Gracias!). 

A pesar de la huelga de controladores aéreos en Alemania (que finalmente fue desconvocada) y a pesar del retraso en el vuelo Barcelona-Frankfurt, llegamos a tiempo a coger el de Frankfurt a Calgary.

El único problema que tuvimos fue que en el vuelo a Calgary los asientos que teníamos asignados Tatín y yo estaban cada uno en una punta del avión. Y, como teníamos por delante diez horas más de vuelo, antes de que despegase nos pusimos a intentar conseguir un intercambio de asientos con alguna otra persona para poder ir juntos. Tatín lo intentó por su cuenta sin éxito. Yo, por mi parte, lo intenté con una chica que viajaba con su nena de menos de un año. Ella debía ser marroquí (o de Argelia o de esa zona, vamos :) No le pregunté su nacionalidad, pero su aspecto y su dominio del Francés lo decían todo :)) 

Empecé preguntándole si viajaba sola y, cuando fui a preguntarle si podía cambiarle el sitio a mi marido para que viajásemos juntos, vi ya por su gesto que la azafata, que estaba tratando de ayudar para reubicarnos, ya se lo había pedido. Pero ella no estaba por la labor. Me dijo que el sitio en el que estaba le gustaba porque estaba cerca del baño y así lo tenía fácil. Porque con el bebé tenía que ir con frecuencia.  Una pena.

La azafata seguía intentando encontrarnos una solución, también sin éxito. Sin embargo, un ratito después, con mucho saber hacer y con una sonrisa de oreja a oreja, volvió a pedirle a la chica que viajaba a mi lado si, por favor, no podría cambiarse de sitio para que pudiésemos viajar juntos Tatín y yo...

La mujer respondió nuevamente que no: le gustaba estar en el pasillo y al lado del baño.
Pero la azafata le aseguró que, si se cambiaba de sitio, estaría también en el pasillo pero mucho más cerca del baño.

Yo escuchaba callada porque, con lo bien que lo estaba haciendo la azafata, era mejor no meterse en la conversación. 

Parecía que ya estaba resuelto y que ya no podía haber más objeciones. Pero mi compañera de viaje seguía sin estar convencida y preguntó entonces a la azafata si durante el viaje podría estar sentada with a lady. Vamos: que si iba a poder estar sentada al lado de una chica en el avión.

La chica era amable, ¿eh? Dio la lata bastante y costó convencerla... pero era majeta y se le veía tan "parada" que no te podía saber mal siquiera que no quisiera cambiarse de sitio. 

Pero, todo hay que decirlo: mucho más maja que ella era la azafata que, cuando escuchó el nuevo requisito (estar sentada "with a lady") pareció que le habían desmontado el plan. En ese momento, puso cara de duda,  retrocedió varias filas para volver a ver el sitio donde quería sentar a la chica y, en un momento, regresó con una sonrisa diciéndole a mi compañera que estaría sentada no al lado de una, sino de "TWO ladies!" :)



En resumen: ¡finalmente pudimos hacer el viaje juntos!  Y el vuelo fue bien. Un poco aburrido, pero llegamos estupendamente. 



Ya en Calgary, fuimos a recoger el coche de alquiler que teníamos contratado con AVIS y nos pusimos en camino hacia Banff.

Dicen que desde Calgary se ven las Montañas Rocosas. Nosotros no las vimos al llegar ni tampoco nada más coger el coche. Supongo que porque el día no era lo suficientemente nítido. Sin embargo, a los pocos minutos de ponernos en marcha, el paisaje fue cambiando y las montañas fueron haciendo acto de presencia hasta que nos encontramos, literalmente, rodeados por ellas.














A la entrada del Parque Nacional de  Banff nos hicieron comprar un pase para toda la semana. Tendríamos que colocarlo en el coche y llevarlo todo el tiempo mientras estuviésemos moviéndonos por los Parques de las Rocosas.



Nuestro hotel estaba a las afueras de Banff Town, pero fue muy fácil encontrarlo. La habitación, estupenda. Las vistas, una maravilla y, con la luz del atardecer, perfectas. Tanto, que parecen un decorado preparado por los del hotel para que los huéspedes se queden con una buena impresión :)


Descargamos y nos fuimos a Banff Town a cenar. 


Plan tranquilo. 

Paseo breve por el pueblo.

Sandwich en Subway.

Mapple Syrup Pop Corn.

Y a dormir.

Aquí no son más que las once de la noche, pero en España son ya las siete de la mañana. Así que llevamos ya más de veinticuatro hora en pie.

¡Buenas noches a todos! ;)